Steve Jobs ha abandonado el edificio

Los medios no se han hecho esperar. La primera noticia que asaltaba las portadas de todos los periódicos digitales e inundaba las redes sociales dirigían su mirada al gigante blanco y la triste noticia del fallecimiento de Steve Jobs. Visionario, gurú, incansable, son algunos de los principales adjetivos con los que definimos a un hombre que ha dejado una huella imborrable en el mundo de las tecnologías y ha revolucionado y reinventado una forma de interactuar con los dispositivos de silicio.




Nadie puede negar el papel destacado que ha supuesto para la industria y nos ha afectado en mayor o menor grado a nuestras vidas. La revolución de los reproductores musicales que luego se elevó a los teléfonos móviles y la gran revolución de las tabletas han integrado, fusionado y evolucionado nuestro día a día. "Me da igual como lo hagáis. El teléfono solo puede tener un botón" fue lo primero que sonó en la reunión que germinó en la llegada del iPhone. Nadie se libró de sus excéntricas genialidades y los grandes como samsung, Sony, Lg y muchos otros recorren los caminos que este gran expedicionario descubrió tras los confines conocidos del mundo digital. En palabras llanas, un hombre que puso las pelotas encima de la mesa y no se limitó a copiar o mejorar los conceptos ya existentes.

Hasta aquí no creo haber relatado nada nuevo que no haya sido publicado en miles de blogs a estas alturas de la película. La reflexión me lleva a cuestionar el mundo con el que me rodeo. La falta de iniciativa, las envidias al que asume los riesgos, los miedos al fracaso y el hambre voraz de la incansable y sibilina bestia que es la sociedad por la autoestima individual nos intentan convertir minuto a minuto en personas grises, uniformes y manejables. Globalizadas. Engullidas en los estereotipos del los target publicitarios. Somos individuos o simples variables de marketing? En la ciudad donde vivo, he visto cambiar los bares a inmobiliarias, luego a peluquerías y por ultimo a tiendas de delicatessen. Siguiendo las pautas de algún pionero arriesgado y quemando conceptos hasta extraer la última gota de su esencia. Gran hermano es uno de los grandes ejemplos de esto mismo. Los altos índices de debates de bar degeneraron en la aparición del El Bus, Operación triunfo, la casa de tu vida, supervivientes, el reencuentro... Y muchos otros que gracias al cielo no recuerdo. Quemando conceptos. Secando la idea. Hormonamos la generación de "famosillos", "tertulianos" y adolescentes sin rumbo que bautizamos como NINIS y que nos ayudan a difuminar la propia mediocridad templada de nuestras vidas de la cual no nos hacemos responsables...


Nos ha dejado un hombre que AMABA lo que hacía. Quizá sea esta la doctrina más importante que nos ha legado.


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